El kimono furisode Hida es una pieza espectacular, originaria de los años 60. El material es pura seda (en exterior y forro) de un color rosa elegantísimo y muy luminoso, que está ricamente decorado a mano con motivos vegetales y geométricos en tonos pastel. El degradado de la parte interna es de un rojo coral precioso. Se trata de una pieza espectacular y verdaderamente única. Un sueño para tu fondo de armario, para una ocasión especial e incluso para tu boda.
El kimono Furisode es un tipo de kimono tradicionalmente utilizado por mujeres jóvenes y solteras en celebraciones y ocasiones especiales. Elaborados en seda natural, contienen trabajos de alta calidad. Para nosotras, adaptar a nuestro vestuario esta maravillosa prenda es rendir homenaje a esta pieza única.
Este kimono, confeccionado en una satrería de Hida (Takayama), fue uno de los siete que llevó una novia, Mizue, el día de su boda con Takeaki en Takayama, hace más de 60 años. A su vez, lo había llevado otra novia años antes y al elegirlo para su propia boda demostró un aprecio especial y el deseo de mantener un vínculo espiritual, según una antigua costumbre de la región de Hida.
De alguna manera, la afortunada que se haga con esta espectacular pieza, estará vinculada a las mujeres que han llevado este kimono, de forma que, en tu camino por la vida, estarás acompañada de sus buenos deseos.
Los Kimonos Vintage son piezas únicas que destacan por su calidad y elegancia. Son un fondo de armario que siempre te acompañará. Piezas de artesanía maravillosas que llevan un trabajo espectacular detrás.
Mantón de Manila negro con alegres y originales bordados de colores. En enrejado tiene un trabajo increíble, quedando un fleco maravilloso. El cuerpo de esta pieza es una maravilla, y las puntadas del bordado son diminutas, lo que realza el volumen de sus flores.
Esta pieza, original de los años 40, perteneció a Guadalupe, una señora extremeña que amaba su tierra y su folclore. Dicen que encargó bordarlo como el único capricho de su vida.
El mantón de Manila es fruto del trabajo de nuestras antepasadas, de nuestra historia y folclore, siendo un tesoro atemporal que siempre te acompañará.
Esta pieza, originaria de principios del S.XX, ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén. Puede tener zurcidos o reparaciones en el bordado o enrejado, gracias a ello se puede volver a lucir como se merece.
Mantón de Manila color beige con finísimos y elegantes bordados en tonos suaves. La seda de esta pieza es increíble, así como sus flecos y enrejado. Es la elegancia hecha mantón.
Su antigua propietaria fue una señora andaluza llamada Soledad. Cuando se casó emigró a Barcelona con su marido, y allí formó su propia familia. El recuerdo más preciado de sus raíces fue esta pieza, que tanto cuidó y mimó, como la obra de arte que es.
El mantón de Manila es fruto del trabajo de nuestras antepasadas, de nuestra historia y folclore, siendo un tesoro atemporal que siempre te acompañará.
Esta pieza, originaria de principios del S.XX, ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén. Puede tener zurcidos o reparaciones en el bordado o enrejado, gracias a ello se puede volver a lucir como se merece.
Espectacular mantón de Manila original de principios del S.XX color crudo con grandes bordados en colores vivos. Una pieza muy especial por su estado de conservación, artesanías, brillo de la seda natural, enrejado y flecos y el conjunto en general. Destaca por su gran peso, lo que lo dota de cuerpo y movimiento. Un tesoro difícil de encontrar por su antigüedad y belleza.
Esta pieza perteneció a una señora de Toledo de una familia adinerada, su nombre era Sagrario, y siempre cuidó su mantón como lo que es, un auténtico tesoro.
El mantón de Manila es fruto del trabajo de nuestras antepasadas, de nuestra historia y folclore, siendo un tesoro atemporal que siempre te acompañará.
Esta pieza, originaria de principios del S.XX, ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén. Puede tener zurcidos o reparaciones en el bordado o enrejado, gracias a ello se puede volver a lucir como se merece.
Esta preciosa pieza en seda está bordada con flores de alegres colores. Su tamaño es más pequeño que otras de nuestras piezas, pero su historia y artesanía son increíbles.
Rosarillo era una mujer de una población de Madrid que bordó su primer mantón en los años 50, cuando era mocita. Esta pieza le acompañó en los momentos más especiales: bailes, verbenas y bodas. Espacios de alegría y buena energía de los que esta pieza está impregnada.
El mantón de Manila es fruto del trabajo de nuestras antepasadas, de nuestra historia y folclore, siendo un tesoro atemporal que siempre te acompañará.
Esta pieza, originaria de principios del S.XX, ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén. Puede tener zurcidos o reparaciones en el bordado o enrejado, gracias a ello se puede volver a lucir como se merece.
Bellísimo mantón de Manila de seda negra con bordados, predominando tonos intensos rojos y verdes. El enrejado y fleco son de gran calidad, y está bordado por las dos caras. Una pieza magnífica que brilla por su belleza, pasión y carácter.
Este mantón fue de una señora de la que poco conocemos, sólo que fue una de las pertenecías más preciadas que dejó a sus familiares. Los orígenes desconocidos de algunas de nuestras piezas nos hacen tener aun más presente la necesidad de dotar de vida y recuerdo a nuestras ancestras.
El mantón de Manila es fruto del trabajo de nuestras antepasadas, de nuestra historia y folclore, siendo un tesoro atemporal que siempre te acompañará.
Esta pieza, originaria de principios del S.XX, ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén. Puede tener zurcidos o reparaciones en el bordado o enrejado, gracias a ello se puede volver a lucir como se merece.
Maravilloso y espectacular mantón de Manila original de principios del S.XX de seda negra con flores bordadas en unos tonos muy peculiares y especiales. Además, el mantón está bordado por las dos caras, pero tiene la peculiaridad de que en una de sus caras los colores son más intensos y en la otra son más pastel. Según su anterior dueña, siempre recuerda haber visto el mantón de este modo.
Este mantón fue de una señora de la que poco conocemos, sólo que fue una de las pertenecías más preciadas que dejó a sus familiares. Los orígenes desconocidos de algunas de nuestras piezas nos hacen tener aun más presente la necesidad de dotar de vida y recuerdo a nuestras ancestras.
El mantón de Manila es fruto del trabajo de nuestras antepasadas, de nuestra historia y folclore, siendo un tesoro atemporal que siempre te acompañará.
Esta pieza, originaria de principios del S.XX, ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén. Puede tener zurcidos o reparaciones en el bordado o enrejado, gracias a ello se puede volver a lucir como se merece.
Espectacular mantón de Manila de principios del S.XX de seda azul turquesa, bordado a mano por ambas caras, con grandes rosas y pequeñas flores, así como otros motivos vegetales. En enrejado es muy laborioso y el fleco de gran calidad.
Esta pieza perteneció a una señora llamada Pili, nacida en Zaragoza. De padre militar, vivió en diferentes ciudades de España, y fue en Sevilla, cuando era mocita, donde sus padres le regalaron este maravilloso mantón. Pili falleció a la edad de 106 años, habiendo vivido una vida acompañada de este tesoro.
El mantón de Manila es fruto del trabajo de nuestras antepasadas, de nuestra historia y folclore, siendo un tesoro atemporal que siempre te acompañará.
Esta pieza, originaria de los años 40, ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén. Puede tener zurcidos o reparaciones en el bordado o enrejado, gracias a ello se puede volver a lucir como se merece.
Maravilloso mantón de seda natural beige bordado con hilo del mismo tono. Esta particular pieza se caracteriza por la puntada pequeña con la que está bordado, haciendo de la misma la elegancia y la finura hecha mantón. El enrejado y flecos son una obra maravillosa también de seda.
El mantón perfecto para una novia.
Este mantón fue de una señora de la que poco conocemos, sólo que fue una de las pertenecías más preciadas que dejó a sus familiares. Los orígenes desconocidos de algunas de nuestras piezas nos hacen tener aún más presente la necesidad de dotar de vida y recuerdo a nuestras ancestras.
El mantón de Manila es fruto del trabajo de nuestras antepasadas, de nuestra historia y folclore, siendo un tesoro atemporal que siempre te acompañará.
Esta pieza, originaria de principios del S.XX, ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén. Puede tener zurcidos o reparaciones en el bordado o enrejado, gracias a ello se puede volver a lucir como se merece.
Esta singular y única pieza es original de los años 70 y está enteramente confeccionada a mano en Uzbekistán. El tejido a partir del cual están confeccionados los abrigos tradicionales de esta zona del mundo se denomina suzani*
El abrigo uzbeko ha sido inspiración para las firmas más importantes de alta costura. Éste es un auténtico abrigo uzbeko repleto de historia y artesanía.
Antiquísima túnica egipcia de un color dorado verdoso y finísimas rayas verticales. Esta prenda, originariamente, se utilizaba para ceremonias importantes como el matrimonio. Fue comprada hace 20 años en un anticuario de El Cairo. En la parte frontal tiene algunas pequeñas manchas fruto del paso de los años, pero su tejido de primerísima calidad, su brillo, su peso y su caída lo compensan con creces.
Esta pieza ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén.
Capa española de lana color gris marengo con cuello de solapa pequeña y cierre dorado. La parte interior está forrada en las aberturas con raso color burdeos.
Esta pieza perteneció a Purita Estrella, cantante y bailarina afincada en Madrid que fue especialmente popular en los años 60, actuando en diversas salas y compartiendo escenario con grandes artistas como ella.
Esta pieza, originaria de mediados del S.XX, ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén.
Maravillosa capa de terciopelo negro con forro de raso. El canesú está bordado y adornado con piedras de azabache. Además, esta pieza está decorada con pasamanería bordeando la parte frontal de la pieza. El cuello es ruffle, así como la parte inferior del lujoso forro.
Se trata de una pieza, en un estado de conservación increíble, que data de finales del S XIX.
Su antigua propietaria, Dalia, la cuidó como un tesoro. Ahora espera volver a tener una vida como la joya atemporal que es.
Esta pieza, originaria de finales del S.XIX, ha sido recuperada, reparada y restaurada por Grändma, Modelitos Fetén.
Kimono vintage de seda rinzu original de la década de los 60 y customizado por Grändma Modelitos Fetén, a través de técnicas artesanas, para acortar su largura y dotar a esta pieza de mayor versatilidad. Se trata de un kimono Edo Komon.
Rinzu es un damasco japonés de satén de seda. Se trata de una seda perlescente que refleja el lujo y la elegancia. Por eso el brillo de este kimono es espectacular.
Edo-komon es un tipo de komon caracterizado por pequeños puntos dispuestos, a veces formando motivos más grandes. Esta técnica se originó durante el periodo Edo, cuando la clase samurái era la dominante.
Los Kimonos Vintage son piezas únicas que destacan por su calidad y elegancia. Son un fondo de armario que siempre te acompañará. Piezas de artesanía maravillosas que llevan un trabajo espectacular detrás.
Talla única, al ser una prenda abierta se adapta a varias tallas. De la 36 a la 44.
Kimono homongi de los años 60 de un color verde precioso pintado a mano.
Un kimono homongi es un kimono de fiesta que se caracteriza por su diseño en la decoración: un color de fondo con decoraciones en la parte baja, manga, hombros y espalda. Los motivos pintados a mano emulan la naturaleza y, en otros casos, motivos tradicionales japoneses, en este caso el bambú y el ciruelo.
El material de esta pieza es seda rinzu, una seda perlescente y lujosa y extremadamente elegante.
Los Kimonos Vintage son piezas únicas que destacan por su calidad y elegancia. Son un fondo de armario que siempre te acompañará. Piezas de artesanía maravillosas que llevan un trabajo espectacular detrás.
Un básico por su tejido suave y fluido, su patrón amplio y el color blanco. Una pieza que favorece a cualquiera y que destaca por su calidad y versatilidad. Los botones son perlados, haciendo de los detalles pequeños tesoros. Una joya de los 80.
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